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Ha habido un profundo impacto en la industria de las franquicias debido a la pandemia de Coronavirus. Según un reporte elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) la caída del 5,3% del PIB y el aumento de 3,4 puntos porcentuales del desempleo tendrían un efecto negativo directo sobre los ingresos de los hogares y su posibilidad de contar con recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas.
Con la apertura de los estados y la normalización de los negocios, nos acercamos con cautela al final del túnel. A pesar del regreso a la "normalidad", los franquiciados todavía están considerando su futuro.
Como razones para considerar la salida del sistema de salud, cuatro conjuntos de problemas relacionados con los sistemas de protección social acentúan los efectos de la pandemia:
- Altas tasas de informalidad, aumento del autoempleo y falta de acceso a la protección social contributiva.
- Pocos países cuentan con prestaciones de desempleo; en 2019, solo ocho países latinoamericanos ofrecían un seguro de desempleo
- a los trabajadores del sector formal.
- Los sistemas de protección social contributiva serán afectados financieramente por el aumento de solicitudes de prestación de beneficios por enfermedad por parte de los trabajadores del sector formal.
Los franquiciados que son menos reacios al riesgo e interesados en expandir sus negocios a través de adquisiciones también tienen una gran cantidad de opciones disponibles.
La revista Forbes citó recientemente datos de IFA que predicen que 2021 traerá el mayor crecimiento anual en establecimientos de franquicias. Tendremos que ver si eso se materializa, pero muchas unidades ya están cambiando de propietario. Como tal, es más importante que nunca que los franquiciados sigan los consejos de sus abogados. No obstante, los posibles compradores de franquicias deben proceder con cautela: la pandemia ha introducido nuevos obstáculos y trampas que vemos a continuación.
Valoración del negocio
Los franquiciados están teniendo dificultades para determinar el valor real del negocio que quieren vender ya que la pandemia ha alterado sus finanzas de 2020 de manera tan radical. Algunos vendedores buscarán tratar el 2020 como una anomalía e implementarán una metodología de promedio combinado, mediante la cual se tengan en cuenta las finanzas anteriores a Covid de 2019 al valorar sus redes. Pero esa estrategia conlleva un riesgo. No hay garantía de que el rendimiento de tu inversión vuelva a los niveles de 2019; por lo tanto, la valoración resultante puede ser inflada artificialmente, dando como resultado que el comprador pague de más por los establecimientos.
A muchos vendedores les resulta más beneficioso utilizar las ventas de los últimos 12 meses como punto de referencia para la valoración. En tales circunstancias, los compradores deben tener cuidado de reconocer que las cifras de ventas de 2021 probablemente mejoren por:
1) un aumento en el precio promedio de los productos y
2) los controles de estímulo. Los países han tomado medidas para liberar recursos rápidamente a través del uso generalizado de reasignaciones presupuestarias a fin de fortalecer los sistemas de salud y ampliar las redes de protección social con transferencias que permitan compensar las pérdidas de ingresos de los empleados formales e informales. Estos esfuerzos a menudo han sido acompañados de medidas de alivio tributario para reducir la presión sobre el flujo de caja de las empresas. Además, se han extendido garantías de crédito para asegurar que las empresas, particularmente las pequeñas y medianas, tengan acceso a liquidez si mantienen sus niveles de empleo.
Drive-thrus
Cuando los restaurantes se quedaron cortos de personal durante la pandemia, el modelo drive-thru los salvó. El mayor porcentaje de tiendas cerradas son restaurantes sin drive-thrus. En 2021, la mayoría de los drive-thrus continúan creciendo a pesar de la pandemia. Por lo tanto, aquellos negocios de servicios de comidas sin drive-thrus son mucho más difíciles de vender y comercializar por la misma razón.
Alquileres de locales diferidos por el Covid
Como resultado de la pandemia, muchos franquiciados negociaron aplazamientos de alquiler con sus propietarios. Ocasionalmente, el alquiler diferido se reembolsaba como "alquiler adicional" durante el plazo del arrendamiento. Los compradores deben exigir que el vendedor reembolse todos los alquileres diferidos antes de la fecha de cierre. No hacerlo podría resultar en que el comprador deba pagar el alquiler adicional después del cierre, a pesar de no recibir ningún beneficio del aplazamiento.
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Medidas para evitar el colapso de la economía latinoamericana
Los gobiernos centrales de los países latinoamericanos están comprometidos en firme con la reactivación de la economía. Las franquicias, siendo pymes en su mayoría, también se benefician de las siguientes medidas:
- Protección de los trabajadores e ingresos mediante apoyo salarial para compensar la pérdida de ingresos con anticipos, subsidios salariales o a través del refuerzo del seguro de desempleo, suspensión o reducción de los pagos de contribuciones de servicios de agua, gas y electricidad o a fondos de pensiones privados.
- Apoyo financiero especial para pymes, otras empresas y el sector informal a través de renegociaciones y mejora de las condiciones de crédito bancario.
- Medidas para preservar las capacidades productivas y crear condiciones para reactivar la economía proporcionando liquidez para empresas, en particular para las pymes.
Creación de un mundo post COVID
Es de esperar que la pandemia refuerce el punto ya observado que apunta hacia una menor interdependencia productiva y comercial entre las principales economías mundiales, especialmente entre los Estados Unidos y Europa, por un lado, y China, por otro.
Ese proceso estaría respaldado por los avances en las áreas de digitalización y robotización, que reducen la importancia relativa de los bajos costos laborales como factor de competitividad. El resultado no sería el fin de la globalización, sino una economía mundial más regionalizada, organizada en torno a tres basess de producción existentes: América del Norte, Europa y Asia oriental y sudoriental.
Para América Latina y el Caribe, la proporción del choque y la capacidad de respuesta dependerán en gran parte de la estructura de producción de cada sistema económico, de la participación de sus empresas en la cadena de valor y de su capacidad productiva existente.
Las organizaciones de cooperación internacional y multilaterales deben diseñar nuevos instrumentos técnicos y financieros para asistir a los países que se afrontan presiones fiscales.
Asimismo,deben tener bajo consideración la posibilidad de otorgar préstamos a baja tasa así como alivio y prórrogas del pago de la deuda para incrementar el espacio fiscal. Los países desarrollados y los países en desarrollo tienen distintos medios para afrontar esta crisis sin precedentes, lo que puede exacerbar las desigualdades internacionales.
Además, los países que han contraído las mayores deudas, podrían tener dificultades para atender el servicio de sus deudas, reorganizarlas o aumentarlas debido al posible caída de sus mercados financieros, lo que reduciría el esencial gasto público en salud, protección social y estímulo económico. Los países deben ajustar sus respuestas a las condiciones locales. Estas respuestas deben fortalecerse mediante la cooperación internacional.
Fuente: Informe sobre el impacto económico en América Latina y el Caribe de la enfermedad por coronavirus (COVID-19)
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