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¿Tienes las cualidades neesarias para iniciar una franquicia? No sólo se trata de encontrar la franquicia perfecta para ti, sino también de aprovechar las aptitudes que tenemos cada uno para saber analizar si tenemos lo necesario para que nuestra franquicia esté operativo con éxito. No todos los emprendedores son adecuados como franquiciados; existen algunas destrezas que los franquiciantes buscan entre sus candidatos.
A continuación realizamos una “autopsia” al franquiciado perfecto para ver los elementos que necesitan tener: tener todas las aptitudes, predisposición, personalidad y actitud necesarias para iniciar una franquicia y desarrollar un negocio de éxito. ¿Piensas que tú las tienes?
¡Piensa en grande! ¿Has escuchado a alguien decir que siempre ha querido iniciar su propia tienda de moda? ¿O su propia empresa de gestión de personal profesional? Todo el mundo sueña, y como emprendedor, tú también tendrás que hacerlo. Tienes que pensar en grande y ser ambicioso para poner en marcha tu propio negocio. Asegúrate de desear lo suficiente tener tu propio negocio antes de invertir capital porque sólo aquellos que realmente quieren ser empresarios estarán dispuestos a trabajar duro para conseguirlo.
¿Tienes una vista de águila para el detalle? Perfecto, tu agudeza visual será muy útil para empezar a buscar tu oportunidad de franquicia y leer el contrato, al igual que las cifras y libros de contabilidad de tu negocio.
Siempre debes escuchar a los demás. Es probable que no siempre tengas las respuestas por lo que es importante que estés dispuesto a escuchar a otros. Este es especialmente importante para franquiciados, puesto que el franquiciante será tu mentor y voz de la experiencia mientras dure el contrato de franquicia. Como dueño de un negocio, también necesitarás escuchar a tus empleados y clientes.
Sonríe y sé feliz. Una actitud positiva es de vital importancia y te ayudará a llevarte bien con tus empleados, el equipo de franquicia e interactuar correctamente con tus clientes. Trabaja duro, pero recuerda no enfadarte o ponerte de mal humor puesto que esto afecta a los demás, incluyendo familia, compañeros, empleados y clientes. Recuerda sonreír siempre, te hará sentir mejor.
Los franquiciados ideales deben ser tranquilos pero decididos. Dirigir un negocio puede ser estresante, por lo que las personas propensas al estrés o pánico puede que no sirvan para dirigir una franquicia. Si tienes un carácter tranquilo pero te entregas a tu trabajo, tienes muchas posibilidades de triunfar como franquiciado.
Aunque las franquicias pueden formar parte de una gran marca y red de franquicias, todo negocio tiene que empezar en algún lugar. Esto significa trabajar mucho para que el negocio funcione antes de poder contratar personal. Por lo tanto, es muy importante estar dispuesto a “mancharse las manos” y ponerse “manos a la obra”.
Prepárate para levantarte y andar una milla extra por tu nuevo negocio. Sobre todo al principio cuando tendrás que dirigirte a tus potenciales clientes o promocionar tu negocio entre nuevos compradores – esto significa adelantarte y hacer que tu negocio sea conocido en la zona.
Necesitarás la habilidad de enfrentarte a los problemas y encontrar la solución de forma más clara y lógica. Dirigie un negocio implica la necesidad de resolver los problemas que vayan saliendo, especialmente cuando se tienen empleados a cargo, por lo que un enfoque lógico casi siempre funciona mejor.
Necesitas estar dispuesto a trabajar con el franquiciante para iniciar tu propio negocio. El franquiciante ha invertido muchos años en el desarrollo del concepto de negocio y se ha encontrado y resuelto muchos de los problemas que surgen con un negoio que está empezando e introduciéndose en el mercado, pero esto no significa que no puedas darle opinión. ¡Prepárate para trabajar con él para convertirla en la mejor Franquicia, tanto para ti como para él!
Empezar un nuevo negocio es un riesgo, pero con el instinto correcto puedes poner en marcha nuevas ideas en tu negocio. Todo dueño de un negocio necesita ser un poco arriesgado, pero también debe saber cuándo no merece la pena arriesgarse. ¡Al igual que tu madre, escucha tu instinto porque siempre tiene razón!
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